07 febrero 2006

LA HISTORIA DEL BAR

No es tan temprano como parece, el sol curioso se asomó por mi persiana casi cerrada...escondiendome de la luz que me regalaba decidi levantar mis alas de este hueco, de esta cama vacia, de esta resaca...
La noche debilita corazones y conoci varios debilitados anoche, que no es lo mismo, pero tambien la noche me debilito...
Esta ciudad tiene las mas variadas opciones, pero no tengo tantas variantes a la hora de la eleccion de mi proxima huida.
Una cuidad que te da unos días terribles y unas noches maravillosas, como algunos amantes. Uno sobrevive como puede a esa relación, cada cual "como puede"..... La noche debilita los corazones, es cierto. Muy cierto... Y aquella noche quedaron debilitados unos cuantos. Aquella noche éramos varios los que intentábamos ahogar nuestras penas. Lo que aquel día las penas habían recibido largos cursos de natación. Así que era difícil. Se dice que se ahoga más gente en los vasos que en los ríos. Y aquella noche hubo varios naufragios. Yo era una de esos náufragos, que buscaba una tabla a la que aferrarme, para no hundirme. Eso que se nadar...o por lo menos floto....Y allí lo encontré al final de una barra... Él trataba de convencerme que el amor es el castigo que se nos impone a los que no sabemos estar solos. Pero yo no le creía. Y creo que él tampoco creía lo que contaba. . .
eramos muchos al final de la barra ahogando penas...y lo deje ahogandose a ese que me decia..."no te ates a nada que no puedas dejar en 30 segundos.."y ahi esta sentado con otra ...en menos de lo que esperaba... yo creo que el tambien tenia una pena, o tal vez daba pena saltando de mesa en mesa tratando de conquistar a alguna muchacha ...y ella estaba ahi.
Desde los balcones del bar distinguian su sonrisa almidonada, esa misma que lleva cuando la ven entrar y que pierde cada vez que llama al cantinero por una mas. Yo creo que era conocida por el barrio, debia tener unos veintitantos...Dicen que la ven llegar sola...no sé (ya estaba sentada en la barra, cuando lleguè). Buscando luces en los laberintos, perdida en el humo de su mano, en los mares de sus botellas...se inventaba los finales de las historias, o por lo menos eso a mi me parecia...no podia sufrir tanto. Tiene una sonrisa frágil, y uno se aferra a ella para no saltar por la ventana, para no rendirse al acoso de la vida en cada esquina. Y ella la ofrece a manos llenas, generosa, como quien entrega el alma en cada gesto. (afuera seguia lloviendo.)
Sigue lloviendo sobre las dunas de esos miedos, pero nada alcanza a reponer la laguna de este oasis perdido, ..paraíso desierto, desnudo en la tormenta. Sigue diluviando también en mi alma, un mar tempestuoso que ya no me ofrece la calma de un abrazo salvavidas…el rincón perdido de los besos, una pequeña isla anclada en la paz de alguna mirada. Alguien me dijo en este bar algo espeluznantemente hermoso: tal vez yo sea tu sueño y temas hacerme realidad.. Pero, si yo soy sueño…por qué me duele la ausencia? …por qué se me siguen clavando tan adentro las notas de una melodía para piano.
Por qué me falta el aire cuando extraño la sonrisa…Apuro un cigarrillo, mientras me pierdo entre los acordes de una vieja guitarra que ya sólo sabe llorar en Sol …y la canción termina como empezó: resbalando soledades entre sus desgastados trastes....pero la noche apenas comenzaba...
y a sorbitos como si fuera un café empezó su relato. Tal vez ella tenía mas razones para sentarse al final de la barra, no lo sé ¿más qué quién?¿más qué qué? mis penas también valian la pena ser olvidadas en aquella barra; además estos de los naufragios no es que me gustara, pero yo andaba sobremojada y con dos lagrimas suicidas que gritan que ya es hora..y no vas a venir. Con dos manos inaccesibles a tu cuerpo-...tenia mas pinta de victima...que de victimaria...¿dónde estas? ya estoy escuchando los lamentos del reloj, que me alertan que mañana mis ojos seran el fiel reflejo de esta noche...
Antes del amanecer ya había varios tratandome de despeinar las alas...y yo solo quería perder un poco la memoria...queria tener la memoria que tienen los peces. Queria escaparme por alguna puerta de emergencia, y no la veia...y yo seguia brindando al olvido con un trago amargo... ella seguia con su relato, yo ya habia perdido el hilo, las luces de neón se habían apagado, y uno a uno los habitantes se iban marchando, normal, era la hora.-me distraje mirando la lluvia, que apenas se veia por los huecos que dejaban las cortinas que cubren la luz del nuevo día. y me abandono por un momento, y me perdi por la ventana otra vez, mirandome las manos...mirando no se que...ya era hora de marcharse o por lo menos de llorar en sabanas y en huecos y no dar pena al portero del bar; que lo único que quiere es irse por ahi...no lo sé.en su relato me decia que llevaba tres días sin salir de ese bar. No me lo imaginaba, pero le creí. En sus ojos cansados temblaba el humo de mil cigarros que fumó con un tipo que huyó con otra. y que creo que es por eso que esta tan sola en esta barra...todavia no me habia dicho bien porque estaba ahi, solo eran lamentos... Pasaba las noches en el bar en el que los clientes son fantasmas que huyen de los repartidores de periódicos, del azul del cielo, de los jueves de tormenta, de las camas vacias...La noche debilita los corazones (eso lo dire varias veces). Lo aprendí en cada madrugada de vino y rosas pero también sé que la noche no es tan hermosa (antes lo dijo alguien). Cierto es, que de noche admiré a esos seres mitológicos que sonríen al otro lado de la barra, esos camareros que siempre nos convirtieron en niebla, que nunca hicieron caso a nuestra mejor pose cargada de ron con cola. Creo que son los únicos que te dan lo que le pedis, obvio como cualquier hombre, si le das algo a cambio...a estos con unos pesos los arreglas, y al fin y al cabo tu trago mas amargo es lo que te hará perder el almidonado humor patetico del cual te vieron llegar...Esa noche escuché las melodías de brillantes coches sin aristas. Y me dolía la derrota de esta mujer que se encierra tres días en un bar o en un cuarto de baño, vomitando sufrimientos, rasguñando muros por no golpearse contra ese muralla que construyo alguien. Es verdad que amo la noche, y estas cosas se ven cuando te sentas al final de la barra...y te encontras con personas que ahogan sus penas, las comparten y al final uno no esta tan solo como parece.... Pero a veces prefiero el café cortado con leche fria, pan y manteca...pendiente esa mañana de domingo.

1 comentario:

k@ritito dijo...

Un texto cargado de noches de funeral, vino rosas, noches con corazones debilitados, huidas y cien dias....
te gusta serrano verdad?
a mi también.
Buen escrito... Recuerdo muchas frases de su estadía acá en Santiago de Chile