16 noviembre 2005

JUSTIFICO MI SILENCIO

Este corazón maltratado, lastimado, desamparado, levanta el alma y mira, observa, busca la perdida de la atención en sus ojos y sin darme cuenta me descuido del disfraz y me los llevo y no puedo asumir la situación y no puedo dejar que me vean.
Silenciosamente llego a tus ojos con temor. Mi dignidad obedece a que lo vean y que vea. Pero no puedo porque en él, encuentro el reflejo de tranquilidad. Traspasando el mismo aire que respiro, caminando las mismas huellas, compartiendo la misma lluvia. Y destrozada me duele haberlo encontrado. Tarde.
Aunque pienses que sus ojos, son los caprichos de mi silenciosa llegada.
De testigo esta lluvia y tu mente que sabe que por complicada que sea la vida vale examinar.
Me sumerjo en esta lluvia, en la misma lluvia, pero no me llego a mojar.

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