Vientos que corren por estos bolsillos vacios de culpas, levanta las manos para que encienda las alas que te coloque una vez, y desarmar ese nudo en la garganta de no saber que decirme cuando me ves.
Si ves los mares que vimos juntos en el km 375 acuerdate lo feliz que fuimos, todavia estamos a tiempo, no depende del destino que inventas para alejarte, no depende del jarabe que me devolviste, ni depende de la angustia que cargo, depende de los angeles que escondiste en el cajon la noche que decidiste no volver, de no saber que decir, de no saber reconocer el error que cometiste al dejarme tan cerca del rio.
Si ves los mares por ahi, cerca, o lejos, siempre mi nombre va a estar en tu mente, aunque no sea leslie, aunque no sea la planta y la flor que alimentas para que te cubra como enredadera, ya vendran noches mas frias y necesites mis alas para que te abrazen, y yo estare a punto de marcharme para no verte, pero no podria recindir de esto que no depende de las noches, ni de los vientos, ni de los mares, ni de ese rio que fue el unico testigo de tu ausencia el 1 de febrero. Febrero funebre asi lo llamo, asi como un luto, que me permite desahojar margaritas imaginarias, margaritas que no quiero ver cerca de mi jardin, ni del tuyo, pero son cardos que desplazaron la poca cercania que tenia al llegar una vez a tus labios.
Si ves los mares que vimos juntos en el km 375 acuerdate lo feliz que fuimos, todavia estamos a tiempo, no depende del destino que inventas para alejarte, no depende del jarabe que me devolviste, ni depende de la angustia que cargo, depende de los angeles que escondiste en el cajon la noche que decidiste no volver, de no saber que decir, de no saber reconocer el error que cometiste al dejarme tan cerca del rio.
Si ves los mares por ahi, cerca, o lejos, siempre mi nombre va a estar en tu mente, aunque no sea leslie, aunque no sea la planta y la flor que alimentas para que te cubra como enredadera, ya vendran noches mas frias y necesites mis alas para que te abrazen, y yo estare a punto de marcharme para no verte, pero no podria recindir de esto que no depende de las noches, ni de los vientos, ni de los mares, ni de ese rio que fue el unico testigo de tu ausencia el 1 de febrero. Febrero funebre asi lo llamo, asi como un luto, que me permite desahojar margaritas imaginarias, margaritas que no quiero ver cerca de mi jardin, ni del tuyo, pero son cardos que desplazaron la poca cercania que tenia al llegar una vez a tus labios.
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