17 abril 2006

ALGUIEN TENDRÍA QUE CONTAR


Alguien tendría que contar como es que vivo mis vuelos.
Los vientos cuando viajo en otra velocidad, las escaleras cuando arrastro mis alas , las ventanas por dónde te busco, algunas cosas tendría que contar la fuente de coroneles.
Si los días tendrían voz, los viernes contaría una historia,y los finales de la barra otro.
Las piedras que guardo de regalo, y los cartones su vacío por seguir compartiendo. Algunas cosas las cuento por acá, pero otras se escriben en esta ciudad, estan escritas en los taxis de noche que me llevan a pasear, y en las luces y en las ventanas con paragüas que solo son una señal. En las caricias de los marineros en tierra, en las canciones que no escucho para no acordarme... el tic-tac del reloj que apura mi tiempo, que apresura mi huida.
Alguien tendría que contar como es que vivo desde que no vuelo.
Las ventanas abiertas, la basura del cajón. Las mañanas sin desayunos, y un aterrizaje forzoso.
Este maldito ordenador que acaricio cada vez que pierdo la calma y me inundo en las risas y en los llantos por nada.
Los telefonos tendrían que contar sobre mis vuelos equivocados, y las llamadas en espera...
Ahora no da lo mismo que los cuente... alguien podría que ser mi testigo, alguien podria contar esta historia desde otro vuelo.
No te puedes negar, si algo sabés. Mirá al alrededor y buscame. Buscá algo para amarrarme y no soltarme...acorralarme en esta historia que cuento día a día, me tiñe las alas de un azul oscuro como los fondos de las piletas ... tan profundas que nunca llegamos a ver el final. Será que desde acá abajo no se ve, y no se entiende de amaneceres...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amiga... una vez más, increíble!!! Creo que es uno de los que más me gustan!!!
Te quiero mucho, lo sabes no?
Un abrazo y nos debemos una salida ya sabes donde..jejej
Sole